18 de abril de 2019

Después de un trabajo bien hecho llega el premio.

Cuando realizamos un estudio metódico y cuidadoso, después de tanto esfuerzo que al comienzo no vemos un resultado óptimo, nos llega el éxito final en forma de una calificación satisfactoria, un concierto brillante y, sobre todo, la satisfacción personal de un trabajo bien elaborado. Una felicidad prolongada en el tiempo y en nuestra evolución personal.

El mejor ejemplo lo tenemos en esta pequeña gran intérprete  "jugando" y divirtiéndose con la balalaika. Su nombre en Anastasia Tyurina y, con solo 7 años, se lo pasa así de bien interpretando "Valenki".  Si bien es cierto que sus cualidades interpretativas son impresionantes, en realidad ¿pensamos que no ha realizado además un estudio meticuloso para llegar a este resultado?

Disfutad con esta interpretación y observad su grado de felicidad.

Anastasia Tyurina con solo 7 años