19 de diciembre de 2014

FELIZ NAVIDAD 2014

Desde el blog "Piano Aula" queremos desearos unas Fiestas  Navideñas muy tranquilas, felices y, sobre todo,... MUSICALES.

Os dejamos tres versiones de una misma composición "Take Five", están interpretadas por músicos del jazz de gran relevancia como son: George Benson, All Jarreau y Michel Camilo. 

¡¡¡¡Escoged la que más os guste!!!!

Michel Camilo






George Benson





All Jarreau


15 de octubre de 2014

ELIGE TU PIANO: diferencias entre teclado portátil , piano digital y piano acústico.


Estamos en el comienzo de curso y los alumnos de nuevo acceso tienen necesidad de un instrumento para poder estudiar en casa. Los padres nos plantean sus dudas sobre 
¿qué instrumento debemos adquirir?

 

En este artículo os vamos a proporcionar información a la hora de elegir un instrumento. Hay muchas posibilidades dentro del mercado por ello nos vamos a centrar en las diferencias más reseñables entre , los teclados portátiles, los pianos digitales y los pianos acústicos.



Los teclados portátiles pueden transportarse fácilmente. Pesan menos que los digitales y tienen un rango menor (menor cantidad de teclas). Los modelos más comunes tienen entre 49 y 61 teclas. Pueden venir con un soporte opcional, pero también pueden tocarse sobre una mesa.


Las teclas de los teclados portátiles son muy ligeras, de plástico. No posee sensibilidad al toque. Cada tecla posee un mecanismo de muelle que hace que la tecla vuelva a su sitio después de ser pulsada. No se pueden hacer diferencias dinámicas de las notas y la polifonía es a veces limitada.

Los teclados portátiles vienen con muchos ritmos, canciones y sonidos diferentes. Sin embargo estas voces pueden sonar falsas y “eléctricas” y el volumen  puede ser limitado. Esta característica no es necesaria para un estudiante de piano clásico.




 Los pianos digitales son más pesados y están diseñados para ir sobre un soporte a la medida. Vienen con 61, 76 u 88 teclas.

Las teclas de los pianos digitales tienen el tamaño estándar de un piano acústico, imitando en ocasiones muy bien el tacto de las teclas de un piano real. La polifonía puede ir en un rango de 32 a 64 notas.

Los pianos digitales pueden ofrecer solamente unos cuantos sonidos diferentes y pueden no contener canciones o ritmos. De todos modos, las voces que se ofertan suelen sonar bastante genuinas ( por lo general dos tipos de sonido de piano, órgano, clave y cuerdas). Otra ventaja de los pianos digitales es la posibilidad de tocar con auriculares, lo que permite estudiar por la noche sin molestar.






El piano acústico clásico es con diferencia el más caro y pesado de todos. Es un mueble de madera que contiene toda la mecánica de macillos, cuerdas, caja armónica, pedales, etcétera. Contiene 88 teclas.

El cuerpo de las teclas de un piano acústico está hecho de madera con un recubrimiento plástico que imita al marfil. Responde perfectamente a las exigencias dinámicas y tímbricas que requiere la interpretación.

Un piano acústico no dispone de diferentes voces o ritmos.



En cuanto a los pedales, el teclado portátil no suele incluir pedal, o bien se le puede incorporar uno mediante un cable. Los pianos digitales suelen incluir dos o tres pedales, con características similares al piano acústico, y el piano acústico tiene dos o tres pedales, siendo el del medio bien tonal, bien sordina.



Comparando los precios, lo más económico es comprarse un teclado portátil, alrededor de los doscientos euros. Un piano digital es más caro, rondando los cuatrocientos euros. En cuanto a un instrumento acústico nuevo, los precios suelen empezar a partir de los dos mil euros.



Conclusiones: Si no tienes presupuesto para comprar un buen piano acústico, la mejor opción es comprar un piano digital. Un teclado portátil puede ser aprovechado por un estudiante de piano complementario, o simplemente por diversión.



De todas maneras, la mejor opción para comprar SIEMPRE va a ser la de un piano acústico. ¿Por qué? Porque es el único en el que vas a tener la sensación real de peso de la tecla en contacto con el mecanismo real del piano, no va a ser una simple imitación del tacto de la tecla, que en los pianos digitales puede ser similar, pero nunca igual a la del piano acústico. En el piano acústico, además, puedes tener la característica del doble escape, que permite la repetición de notas con mayor facilidad.

Por otro lado, el SONIDO del piano acústico es el auténtico que se produce por la percusión del macillo en la cuerda. En este sentido un piano digital puede igualmente imitar, pero nunca igualar el sonido de un piano acústico.



Por último, el mecanismo de los pedales de un piano acústico es diferente al del piano digital. Al presionar el pedal de resonancia se levantarán los apagadores de fieltro en contacto con las cuerdas y oiremos claramente no solo la prolongación del sonido sino además todos los armónicos que vibran libremente con él. En cuanto al pedal izquierdo o celeste, si se trata de un piano vertical, el sonido se producirá por el acercamiento de los macillos a las cuerdas y si se trata de un piano de cola, por el desplazamiento de los macillos a la izquierda, no será el resultado de un sonido pregrabado y calculado digitalmente.



En resumen: mejor opción indiscutible el piano acústico, segunda opción razonable si no contamos con el suficiente presupuesto, piano digital y opción descartable, a no ser que seáis alumnos de piano complementario o pianistas amateurs, sería la  del teclado portátil. El gasto que representa un piano acústico, al margen de que puede ser financiado, es una inversión a largo plazo en vuestra educación pianística.

5 de mayo de 2014

Así hemos visto a ... SOKOLOV

El día 8 de marzo hemos disfrutado de un concierto ofrecido por el gran pianista ruso Grigory Sokolov, como ya hemos comentado en una publicación anterior. 
Una vez más no nos defraudó, con su pianismo expresivo y sus buenas interpretaciones.
Dos de nuestros alumnos, Juan José Rodríguez García y Omar Pérez Sala, acudieron muy expectantes al concierto, ya que Sokolov es uno de sus pianistas preferidos y han querido relatar su experiencia y sus sensaciones para todos nosotros.

Muchas gracias, chicos, por compartir esta experiencia...y esperamos que sigáis disfrutando así en los conciertos, ¡es una forma más de aprender!

Omar Pérez Sala



Juan José Rodríguez García


13 de febrero de 2014

GRANDES INTÉRPRETES. GRIGORY SOKOLOV.

Grigory Sokolov nace el 18 de abril de 1950 en Leningrado (actual San Petersburgo). Da su primer recital importante de piano a la edad de doce años y a los dieciséis se proclama vencedor del concurso Tchaikovsky de Moscú. Desde esa fecha, en la que inició su carrera como concertista internacional, el mundo ha sido bendecido con lo que un crítico americano recientemente definió como “una clase de pianismo, musicalidad y calidad artística que uno pensaba que había desaparecido para siempre”. Apoyado a temprana edad por Emil Gilels y  destacada figura de la música desde su adolescencia, Sokolov ha adquirido un estatus casi mítico entre los melómanos y amantes del piano a través del mundo.

Muchos le consideran hoy el más importante pianista vivo del mundo. Sokolov asombra a todos una y otra vez con la enorme amplitud de su repertorio, así como con su inmensa (casi física) fuerza musical. Usando poco pedal y por consiguiente, con un espléndido  trabajo  de dedos, dibuja desde el piano de concierto una inmensa variedad de sonidos. Posee una paleta de colores ilimitada, una imaginación espontánea y un magistral dominio de la frase. Sus interpretaciones son poéticas y únicas, y su libertad rítmica así como la elasticidad de su fraseo no han sido igualadas por los pianistas de hoy.


Aquellos acostumbrados a su arte se sienten particularmente atraídos por la naturalidad de su forma de tocar, la cual es parte de su credo artístico. Mientras que su manera de tocar no traiciona la influencia de los maestros clásicos, su estilo y aproximación son enteramente personales y son completamente únicos. Cualquier cosa que Grigory Sokolov toca, sea una Pavana de William Byrd, una fantasía de Bach, una mazurca de Chopin o un preludio de Ravel, va a sonar repentinamente de una forma completamente nueva. Incluso una conocida sonata de Beethoven puede ser redescubierta como si fuese una pieza nueva.


 Pero toda esta magia tiene sus raíces terrenales: Sokolov sabe más sobre un piano Steinway que muchos técnicos del piano y antes de sentarse a tocar en un piano desconocido examina en primer lugar su mecánica interna, llevando ésta a las piezas. Está acostumbrado a estudiar muchas horas cada día, e incluso el día del concierto practica en el escenario durante horas, familiarizándose con el piano. Sokolov prefiere que sus CDs se graben en directo, lo que no sorprende, debido a que le gusta capturar los momentos “sagrados” de un concierto en directo y evitar la atmósfera estéril de un estudio.


G.Sokolov es invitado regularmente a tocar en los más prestigiosos teatros y salas de concierto y festivales de Europa. Ha tocado en Londres, París, Viena, Berlín, Madrid, Salzburgo, Munich, Roma, Nueva York y trabajado con muchos de los más importantes directores de orquesta del mundo, incluyendo Myung-Whun Chung, Valery Gergiev, Trevor Pinnock, Neeme Järvi, Herbert Blomstedt, Sakari Oramo, Alexander Lazarev, Moshe Atsmon, etcétera. Ha trabajado con orquestas que incluyen la Filarmónica de Nueva York, Sinfónica de Montreal, Filarmónica de Munich, Leipzig Gewandhaus y  Concertgebouw de Ámsterdam entre otras. 

También ha grabado una serie de CD’s en vivo para las casas  Melodya y Op.111, incluyendo obras de Bach, Beethoven, Brahms, Chopin, Rachmaninoff, Prokofiev, Schubert, Schumann, Scriabin y Tchaikovsky. Su más reciente publicación es un DVD dirigido por Bruno Monsaingeon filmando un recital de Grigory Sokolov en el Teatro de los Campos Elíseos de París.


En Asturias tendremos el privilegio de escucharle el próximo 8 de Marzo, a las 20.00 horas en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.

Para que os vayáis haciendo una idea de su maestría os dejamos el vídeo de un concierto ofrecido en 2011 donde interpreta la Overtura Francesa de J. S. Bach.


A continuación os ofrecemos un apunte de un concierto que ofreció en Chipre en el 2006, interpretando, en esta ocasión el 1º Movimiento de la Sonata "La Tempestad" de Beethoven.


7 de febrero de 2014

¡¡¡¡¡ MUCHOS ÁNIMOS Y A ESTUDIAR !!!!!

Prácticamente todos en nuestra etapa de estudiantes, en algún momento, nos hemos planteado si realmente todos los sacrificios que estamos llevando a cabo en edades muy tempranas merecen la pena. Mientras nuestros amigos están practicando fútbol, baloncesto, tenis, salen en pandilla, ven la televisión, juegan con maquinitas,… nosotros tenemos que asistir a las clases del conservatorio y, no contentos con eso, debemos dedicar un montón de horas semanales al estudio del instrumento porque en caso contrario  no tendremos un avance técnico óptimo, sin olvidarnos de compaginarlo con los estudios de primaria, secundaria o bachillerato. 
Pues hemos de deciros, que , que vale la pena tanto esfuerzo y que al final del trayecto todo conlleva un premio además de sentir, a través de la música activa, emociones positivas que producen la liberación de “endorfinas” que son las hormonas de la felicidad y, por supuesto, la satisfacción del trabajo bien hecho.

Si os gusta, ADELANTE, es la profesión más bonita del mundo. Nadie os dirá lo contrario.

Para que recordéis todos los buenos consejos que os damos los profesores, os ofrecemos, además, las recomendaciones de uno de los músicos de este tiempo que ha demostrado con creces su valía, no sólo como intérprete  sino también como pedagogo y persona, el guitarrista David Russell
Sólo debéis cambiar la palabra “guitarra” por la de “piano” y aplicar sus sabios consejos.


6 de febrero de 2014

Historia del piano. Sus antecesores: CLAVICÉMBALO... instrumento de CUERDA PULSADA

Como decíamos en una publicación anterior, además del clavicordio, uno de los antecesores de nuestro piano es el clavicémbalo o clave que junto a la espineta y el virginal se diferencian del clavicordio en la forma en que se produce el sonido.

Clavecín de P. Faby, de 1677. Expuesto en La Cité de la Musique de París




El clavicémbalo recuerda por su forma a un gran piano de concierto, aunque más estrecho. La espineta es un polígono con forma de ala y el virginal es rectangular. (La espineta y el virginal son versiones reducidas del clavicémbalo).  
Las cuerdas de alambre del clavicémbalo se extienden desde donde se sienta el intérprete, como si fuera un piano de cola, mientras que las de espinetas y virginales van de izquierda a derecha, como en el clavicordio. 
Su mecanismo básico es el siguiente: en el extremo de cada tecla hay una pieza de madera que se llama martinete, cuya parte superior está al mismo nivel de las cuerdas. Sobresaliendo del costado del martinete y descansando por debajo de las cuerdas hay una púa o plectro. Al oprimir la tecla se levantan el martinete y el plectro, que pulsa las cuerdas al pasar, produciendo el sonido. La cuerda se amortigua gracias a un pedacito de fieltro unido a la parte superior del martinete, dejando de sonar la nota. 

Espinetas del siglo XVI. La Cité de la Musique de París
 El clavicémbalo tiene con frecuencia dos y a veces hasta tres teclados. Suele poseer más de un grupo o juego de cuerdas, junto con los martinetes y plectros necesarios para hacerlas funcionar. Mediante registros o tiradores accionados con la mano o los pedales el intérprete puede usar el grupo de cuerdas que quiera o combinarlos según los necesite. Con todo ello se consigue un sonido mucho más fuerte y brillante que el del clavicordio.  De todas maneras no hay variaciones de la intensidad del sonido, al menos perceptiblemente, según sus teclas se opriman suave o fuertemente; sólo se consigue un cambio de volumen agregando registros o acoplándolos. Esta es la razón de que en las obras escritas para clavecín no encontremos indicaciones dinámicas por parte del compositor.
 Debido a sus limitaciones tímbricas, la espineta y el virginal eran básicamente instrumentos para tocar en casa.


Virginal de 1583. La Cité de la Musique de París












 El clave ha tenido un importante papel en la música académica europea desde el siglo XVI hasta el XVIII y, después, en el siglo XX, ya sea como solista, como acompañante o a solo, teniendo su edad dorada en el Barroco, para después caer en el olvido en el Romanticismo y resurgir con fuerza en el siglo XX.


Os ofrecemos unos fragmentos de cuatro Pequeños Preludio de Johann Sebastian Bach, interpretados por Gustav Leonhardt.


Ahora os presentamos una interpretación de la Toccata XVI de Sweelinck en un virginal.



Para finalizar os dejamos con el sonido de una espineta.

9 de enero de 2014

Historia del piano. Sus antecesores: CLAVICORDIO...instrumento de CUERDA PERCUTIDA


Tal vez desconozcáis que antes del piano ya existían instrumentos de teclado que se pueden considerar como sus antecesores: el clavicémbalo y el clavicordio.
Los primeros compositores no se preocupaban mucho de distinguir entre un instrumento de teclado y otro. 

Clavicordio posiblemente del siglo XVI construido por la escuela germana. Su decoración evoca la batalla de Lepanto. Actualmente expuesto en La Cité de la Musique de Paris
El clavicordio tiene forma rectangular y el teclado aparece en uno de los lados más largos, estando colocadas las cuerdas a izquierda y derecha del intérprete. 
En el extremo de cada tecla hay una pequeña hoja recta de metal que se llama tangente. Al oprimir una tecla, la tangente se eleva y golpea una cuerda, deteniéndola al mismo tiempo. Cuando se suelta la tecla, la tangente vuelve a su lugar y toda la longitud de la cuerda se amortigua gracias a un fieltro, dejando de sonar la nota.
A pesar de lo sencillo de su manejo, el clavicordio puede producir resultados muy sutiles, ya que el intérprete tiene el control directo de la cuerda en tanto mantenga oprimida la tecla.
El intérprete puede hacer un pequeño vibrato (rápida y casi imperceptible variación de la afinación) realizando un efecto con el dedo, llamado en alemán Bebung ('temblor'): hace variar la fuerza con que mantiene apretada la tecla mientras la tangente se encuentra en contacto con la cuerda. 
El clavicordio —a diferencia del clavicémbalo (también llamado "clave")— posee "respuesta al tacto", es decir, según la fuerza del ataque a la tecla se puede variar la intensidad, aunque ésta siempre será muy débil. 
A partir del mecanismo del clavicordio —que permite tocar con diferentes dinámicas entre el piano (suave) y el forte (fuerte)—, los italianos crearon el pianoforte (actualmente es el piano), que desplazó a sus dos antecesores, el clavicordio y el clave.
En oposición a esta sensibilidad especial, la potencia sonora del clavicordio es muy pequeña, por lo que fue un instrumento solista para ser utilizado principalmente en casa.

Comprobad su sonido en el Allegro del Concierto nº1 Kv 107 de Wolfang Amadeus Mozart.