Se llevó la gran sorpresa cuando a los seis años descubrió que no todos los hogares disponían de un piano:
“… Hasta entonces había supuesto que tocar el piano era una parte tan natural de la vida como comer, beber o dormir..."Con esta misma edad debutó en la televisión de su Polonia natal interpretando sus propias obras.
Nacido el 5 de diciembre de 1956 en Zabrze (Polonia), empezó a tocar a los cinco años, primero con las lecciones de su propio padre y poco después, las de Andrzej Jasinski en el Conservatorio de Katowice y en el de Varsovia, estudios que le llevarían a la obtención de siete primeros premios de interpretación pianística tanto en Polonia como en otros países.
Solamente dos meses después de completados sus estudios, en octubre de 1975 y contando, pues, solamente con 18 años, Zimerman obtiene el primer premio, la medalla de oro y otros premios especiales del Concurso Internacional Chopin, de Varsovia, fundado en 1927 y considerado uno de los más (si no el más) importantes del mundo.
Aunque ya había actuado en Polonia y en el extranjero tras ganar los otros concursos a que aquí se ha hecho referencia , el Premio Chopin catapultó al joven músico al primer lugar en los circuitos musicales internacionales, al debutar sólo unos meses después en Europa Occidental.
Fue muy importante para Zimerman su encuentro en París, a finales de 1976, con Arthur Rubinstein, hecho decisivo en la transformación de su visión de la música. Su debut en el Festival de Salzburgo tiene lugar el 30 de julio de 1977 con un programa dedicado a Chopin (Balada n.º 3 op. 47; Scherzo n.º 2, op. 31; Gran Polonesa brillante precedida de un Andante spianato, op. 22 y Sonata op. 58); en 1978 tiene lugar su primera gira de conciertos por Japón y en 1979 por los Estados Unidos, con momentos culminantes en su actuación con la Orquesta Filarmónica de Los Angeles, bajo la dirección de Carlo Maria Giulini, o en Nueva York, con la Orquesta Filarmónica de esta misma ciudad.
En 1980, protagoniza, en una nueva temporada de conciertos, junto a uno de los más destacados directores, Herbert von Karajan, en Salzburgo y en el Festival de Lucerna.
Desde entonces sus actuaciones públicas -no más de cincuenta por año en todo el mundo- le han llevado a actuar con las mejores orquestas y directores del mundo.
En abril, una vez más, tendremos la oportunidad de verlo en las Jornadas de Piano “Luis G. Iberni” en Oviedo.
Y como para muestra vale un botón, aquí tenéis al gran pianista interpretando la Balada nº 1 de Chopin,
¡a disfrutarlo!
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