Las cadencias musicales son enlaces de dos acordes (cuando se trata de tres o más hablaríamos de “procesos cadenciales o de cadencias compuestas”) que sirven al compositor para hacer reposos de menor o mayor importancia dentro de una obra. Traducido al lenguaje escrito normal, digamos que las cadencias son como las comas, los puntos y coma, los dos puntos o los puntos finales que nos sirven para dar un sentido completo a un texto.
La principal de las cadencias, la que marca más claramente el final de la obra, la más conclusiva, es la llamada CADENCIA PERFECTA y está formada por los acordes mayores de la Dominante y la Tónica.
Si uno de los dos acordes de dominante y tónica está invertido, o si no aparece la tónica en la voz superior del segundo acorde, hablamos de CADENCIA IMPERFECTA.
Cuando el enlace se produce entre los acordes de subdominante y tónica hablamos de CADENCIA PLAGAL. No es tan conclusiva como la perfecta, pero a veces se escribe después de la perfecta para reafirmar el final de la obra o fragmento.
Los reposos que se producen en la dominante y a veces en la subdominante reciben el nombre de SEMICADENCIAS. Representan un pequeño respiro en la obra, casi como unos puntos suspensivos. Estas cadencias no son conclusivas y aparecen en numerosas ocasiones a lo largo de la obra.
Aquí tenéis unas actividades muy interesantes sobre las cadencias, creadas por nuestra compañera Mª José (gracias por este magnífico trabajo, Mª José).
Una de estas actividades consiste en identificar al oído todas las cadencias que acabamos de describir. A ver si sois capaces de sacarlo perfecto a la primera.
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